En un mundo cada día más moderno y donde tenemos más y más elementos que nos pueden servir como herramientas de comunicación, se pueden ver a diario situaciones que cuando las reflexionas podrían parecer simpáticas, sin embargo son un fenómeno social que esta cambiando nuestro día a día.
Un ejemplo es, como ahora, el sonido del timbre del teléfono podría parecer como una llamada de un ser todo poderoso, que nos obliga en ese momento a dejar todo lo que estemos haciendo y contestar de inmediato la llamada, incluso con un “a la orden Juan” ya que ahora podemos ver a quien corresponde el número que nos llama e incluso poner alguna foto de esta persona.
Recuerdo cuando en mis tiempos, llegaba a sonar el teléfono a la hora de la comida y este sencillamente no se contestaba, ya que era la hora de la comida, el asunto podía esperar, y según recuerdo, no hubo ninguna catástrofe por no haber atendido esa llamada.
Y que me cuentan de la escena, cada día más común, donde están dos o más personas sentadas a la mesa de un Restaurante y todos están con la cabeza agachada, inmersos en su teléfono atendiendo todo menos a quienes tuvieron la molestia de estar presentes, y peor aún, están acostados en la cama matrimonia, y cada uno con su “Smart phone” enviando mensajes por twitter o chismeando en el Facebook… espero que no les haya pasado, pero si es así, ¡Que nos pasa!
Bueno, todo este “choro” es por que me acorde de una caricatura que alguien me envío, donde estaba una persona en un velorio y pensaba, mientras veía al ataúd, “Que extraño, tenía más de 500 amigos en Facebook y más de 1000 seguidores en twitter, por que solo habré venido yo a darle el último adiós.
Simpático, no!!!
Pero muy reflexivo, no creen?…
Hace unos cuantas semanas, estaba justamente en el Facebook, y comencé a compartir mensajes con una ex compañera de la secundaria, en eso estábamos cuando recordé una vieja foto que tenía a la mano de una reunión que habíamos tenido justo hacía unos 18 años, por lo menos.
La subí, y comencé a etiquetar a algunos ex compañeros, y en menos de que lo platico uno de ellos tomó la iniciativa y se empezó a organizar la versión 2012 de aquella reunión de ex alumnos.
Al día de hoy estamos a escasos días de dicha reunión, y todo en la vida, hay quienes muestran gran entusiasmo por acudir y hay quienes aún no lo han expresado tan abiertamente, y creo que es muy normal, han pasado más de 20 años quizá, desde la última vez que nos vimos, mucho ha cambiado en la vida de cada uno de nosotros, sin embargo yo no pienso dejar de asistir, y darme la oportunidad de convivir con quienes la última vez eran mis “grandes y únicos cuates”.
Estoy convencido, que las redes sociales son y serán siempre importantes, de hecho siempre han estado ahí, solo que ahora el medio de contacto no es un radio CB, por ejemplo, ahora es una “PC” o un “Smart phone”, pero eso sí, mis amigos, nunca habrá nada parecido a estar frente a frente con aquella persona que te importa y poderle ver a los ojos, escuchar su voz, tener la oportunidad de darle una abrazo y volver a estrechar su mano, así que… nos vemos pronto, mis viejos amigos.
Ciertamente mi estimado carlos las relaciones personales ( como tal) son verdaderamente ricas ya que nos conectan con emociones y sensaciones que no es lo mismo al esforzarnos en dar un sentido a lo escrito en un mensaje, ya que cierto es que cuando nos conectamos, nos desconectamos de quienes nos rodean, de hecho una ovación en una sala de médicos donde entre y clásico todos en sus smatphones, y los asuste con un grito !que onda no hay alguien aquí!!!!!????
Y todos me contestaron CÁLMATE ESTAMOS PLATICANDO….
Todos ahí pero en línea ( que nos pasa)
Saludos