En días pasados estuve en una plática de la llamada “Escuela para padres” del colegio de mi hijo, el tema era la comunicación entro las personas. Un tema que sin duda alguna es muy importante más cuando uno tienen hijos adolescentes.

Me llamó la atención que la lectura de referencia fuera de una Autor Mexicano, ya que normalmente siempre hay referencias de autores extranjeros, pero bueno, esta ocasión no fue el caso.

El Autor era el Miguel Ruiz quien acuñó los famosos cuatro acuerdos para la comunicación, basándose en la sabiduría Tolteca.
Estos acuerdos son:

1. “Sé impecable con tus palabras”.
2. “No te tomes nada personalmente”.
3. “No hagas suposiciones”.
4. “Haz siempre lo máximo que puedas”.

Y si te fijas son solo cuatro simples acuerdos que tendría que hay conmigo mismo para poder mejorar no solo mi comunicación con las personas que me rodean si no también mejorar mi entorno y mi “vibra” con todos quienes están a mi alrededor.

“Se impecable con tus palabras”, que simple y que difícil, no?
A través de la palabra podemos amar, enorgullecer, motivar, dar ánimo, sanar, compadecer, y muchas otras cosas buenas… pero también a través de la palabra podemos hacer lo contrario, podemos difamar, avergonzar, odiar, desanimar y todo lo que se te ocurra.

Ser impecable con nuestras palabras es algo que suena fácil pero que es muy complicado, más cuando estamos acostumbrados más, a ver lo malo que lo bueno.

Sin embargo, cuando estamos consientes de la importancia de esto es más fácil que lo pensemos dos veces antes de emitir alguna palabra fuera de lugar.

El otro acuerdo es el no tomar nada personalmente, y creo que esto también es sumamente común en los latinos, y bueno creo que no necesariamente todo gira en torno a nosotros, no somos tan importantes.

No hacer suposiciones, hace algunos años yo me hubiera identificado mucho con este acuerdo, ya que yo tenía la mala costumbre de prejuzgar a las personas antes de conocerles, hoy eso ha cambiado y me doy la oportunidad de conocer un poco más a las personas, creo que no hay nadie “mala onda” y si no me crees, pregúntale a los amigos del “mala onda” si en realidad lo es… Por otra parte, hoy intento no quedarme con una suposición mía de lo que se dice o se pretende trasmitir, trato de corroborar el mensaje y confirmar que entendí lo que me quisieron decir.

Y por último, hacer siempre lo máximo posible, una ocasión mi padre me comentó. Después de haber hecho un esfuerzo notable por entregar un trabajo escolar y habiendo recibido una calificación “Regular” (se acuerdan cuando las calificaciones era: E, MB, B, R etc.) y yo la verdad me sentí mal, ya que me había esforzado, pero no había sido suficiente más que para una “R”.

Entonces, el me comento: “Algunas veces no recibirás la respuesta que esperas cuando haces algo, pero si pusiste todo tu empeño y toda la dedicación al haberlo hecho, debes sentirte satisfecho de que diste lo máximo posible de ti. Y aprender de aquello que quizá por desconocimiento o falta de habilidad hizo que el resultado no fuera el esperado por la persona que lo solicitó”

En fin, la comunicación es algo constante y siempre enriquecedor, creo que el platicar con alguien y escuchar que piensa y cómo ve la vida en algo enriquecedor.

By Carlos

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