Hoy es día en que cumplo 44 primaveras, o más bien veranos, porque justo estamos en plena época de lluvias.
Pero no solo eso, un día como hoy pero de hace 20 años, contraía matrimonio por la iglesia con mi Nenorra.
Debo hacer un comentario al margen de esto, creo que no fue la mejor idea el casarnos el día de nuestros cumpleaños, pero bueno así lo decidimos en su momento, hay veces en que no sabes si festejar tu cumple o tu aniversario. Pero bueno, eso no sucederá el día de hoy, ya que 20 años de casados, no se cumplen a diario. Y ese es mi caso.
Así es, como les decía, un día como hoy pero de 1995 me preparaba desde temprano para el gran día. Me levanté para ir poniendo todo en orden, fui temprano a desayunar al hotel donde pasaríamos nuestra noche de bodas, acompañado de mi fiel escudero Cesar (Le’Coco) me dieron la llave de la suite nupcial, le eche un vistazo y con un breve pero profundo suspiro, abandoné la habitación para ir frente al hotel a comprar un ramo de flores y poder adornar así la alcoba.
Después fui por el Century blanco del tío Manuel, quien amablemente accedió a prestarlo como el auto nupcial, fui por el ramo del coche, que previamente había mandado a hacer Nena y que era al gusto de ella, muy bonito por cierto.
Regrese a casa de mis padres para darle una lavada al carro. Estaba de más ya que si algo caracterizaba a los coches del tío Manuel, era que siempre estaban limpios, pero bueno en algo tendría que entretenerme, tarde se me hacía para poder llevar al altar al amor de mi vida.
Por fin llegó la hora!!! Así que “raudo y veloz” me di un buen baño y procedí a enfundarme en un elegante Jaquet, que después supe que ese atuendo era para la tarde y no para la noche, pero bueno, a mí me gustaba y yo era el que lo iba a usar, además ya estaba rentado.
Así que el Charly ya estaba listo, como puritito galán!!! Llamé a Le’Coco, quien sería nuestro chofer esa noche, y me dispuse a ir por la doncella quien aguardaba en su castillo para que este caballero llegara en su blanco corcel por ella (recuerden que el Century era blanco). Le’Coco, precavido y considerado, ya había ido por un six de Modelo, pal nervio, ya saben…
Así que bueno, cuando llegue a casa de mi Nena, toque a la puerta me abrieron y… que momento!!! Al verla bajar por las escaleras con su bello vestido, que ella misma había bordado y que había sido confeccionado justo a la medida por su entrañable amiga Chiquis, yo sencillamente me quede sin habla, se veía hermosa, era una verdadera princesa, lucia radiante, sonriente, muy bonita.
Así que rápido nos fuimos a tomarnos la foto con Germán Rivera, viejo amigo de la familia e hijo de Chiquis. Las tomas fueron rápidas y muy amenas (claro, recuerden que había un six de por medio).
Finalmente, nos lanzamos directos a la iglesia de San José, donde ya aguardaban familiares y amigos y uno que otro curioso del barrio, quien aun cuando no estaba invitado, no podría perder la oportunidad de echar un ojo al acontecimiento.
Que nervios, ya frente a la puerta de la iglesia con padres, padrinos, damas y demás invitados, nos dispusimos a entrar escuchando la marcha nupcial y el cántico de mis amigas del aquel lejano Coro del Carmen, al que alguna vez pertenecí y que ese día se volvieron a juntar para cantar en nuestra boda.
El Señor cura, mi padrino el Padre Ramón Güereña (que en paz descanse), aguardaba en el altar al mismo tiempo en que yo entraba por delante, sonriente e ilusionado por el gran día.
Fue un momento hermoso ver como se aproximaba Nena al altar para unirse conmigo e iniciar el sagrado sacramento.
La misa transcurrió rápido y a 20 años de que sucedió, les confieso que el fervorín, me hubiera gustado que fuera más dedicado a nosotros y no solo una explicación del evangelio.
Yo cursi, como siempre… había preparado días antes una alarma en mi reloj Casio DataBank, que sonaría justo a las 8:40 de la noche, pensando que para ese momento ya estuviéramos formalmente casados y que decía “Por fin se me cumplió mi sueño”… Y así fue, la alarma sonó, sin embargo lo inusual del detalle y los nervios no permitieron a Nena ver el mensajito.
Finalmente, escuche el “puede besar a la novia” y pa’luego es tarde, le plante tremendo beso a mi ahora esposa. Firmamos el libro de actas, nos tomamos la foto frente al altar y cuando mire hacia la concurrencia, que bonito sentí de ver la iglesia llena, gracias a todos por habernos acompañado.
Salimos entre aplausos y arrozasos (en el video quedó constancia de como la tía Norma casi me descalabra con el arroz, jajaja) pero muy felices. Ya en las afueras de la iglesia, las fotos y los abrazos, las felicitaciones y los buenos deseos, hicieron que ese momento fuera guardado por siempre en mi corazón.
Y terminando de ahí, nos lanzamos volados entre pitidos y carcajadas a la Mansión de Trinos, donde sería la cena baile… Ya ahí nos esperaban, más familiares y más amigos.
Llegamos y entramos entre aplausos y caras amables. Bailamos al compás de la música de Juan Carlos y Luis, integrantes del dueto Aries II, amigos míos y buenos músicos. Comimos, bebimos y nos divertimos mucho… fue una bonita fiesta, llena de amigos, de familia y de personas quienes tuvieron buenos deseos para ambos.
Finalmente y tras llevarnos el carro lleno de regalos, llegamos de madrugada al Hotel Real de Don Juan, donde la suite nupcial esperaba paciente la llegada de la joven pareja de enamorados. En ese momento abrió sus puertas la alcoba y mostró su cara más romántica y acogedora para que así pasáramos nuestra noche de bodas.
Sin duda y como siempre lo he dicho… el 1° de Julio de 1995, fue el día más feliz de mi vida.
…y hoy a 20 años de aquel mágico momento, todavía siento mariposillas en el estómago cuando invito a salir a mi Nena y ella acepta la invitación. Hoy al escribir esto, en verdad me llena de gozo y felicidad que han pasado los años, pero la pasión y el amor, siguen ardiendo en mi corazón, no sé cuánto tiempo más durará esta llama que llevo encendida en este momento, solo sé que el amor, se alimenta todos los días y que por lo pronto hoy, la flama está encendida.
Feliz cumpleaños a mí y feliz aniversario para los dos.
Mil felicidades Nena y Charly, y cómo lo relatas hasta sentí que los acompañe ja ja ja !!! De verdad somos afortunados de compartir tantos momentos con ustedes y ver como ha crecido su amor y la familia, los queremos y festejamos con ustedes