Hoy es el día del Padre, y como cada tercer domingo de Junio hoy estará dedicado a recordar, a reconocer, a festejar y quizá hasta añorar la gran dicha de ser padre.
Y es que la paternidad es algo que implica no solo un gran reto, sino una gran responsabilidad, una responsabilidad que para quienes decidimos formar una familia, no es una carga ni es un problema, más bien es un reto y un gran compromiso. Claro, ya que cuando decidiste convertirte en un padre, decidiste también convertirte en un ejemplo de vida para tu hijo o hija, quien desde el momento en el que tenga uso de razón, verá en ti a un maestreo, a un héroe, a un amigo y quizá hasta un guía.
Recuerdo la primera vez que tuve a cada uno de mis hijos en brazos, y la verdad es que es indescriptible la felicidad y la gran responsabilidad que sentí en ese momento, luego con el paso de los días, que vas viendo cómo van creciendo, y vez lo fascinante que es la gracia de Dios en ellos, son tan inocentes, tan frágiles, tan dependientes, tan lindos. Recuerdo que me encanaba dormirlos en mi pecho y después contemplar su sueño acostaditos en la cama.
Luego con el paso de los meses, ves a tus hijos empezar a balbucear y emitir sus primeros sonidos y palabras… Y tú en silencio y con gran esperanza aguardas el bello momento en el que se le salga un “papá” a tu hijo. Y es que llevas la desventaja de no estar con ellos más tiempo que el que tiene con su mami. Pero por el contrario tienes la ventaja de que cuando llegas, te ven con aquella alegría, que hoy a 17 años de haber sido padre por primera vez, aún tengo una pequeña que cuando llego es la primera que me recibe con un abrazo y un cálido y sincero “como te fue papá”.
Después poco a poco cuando van entrando a la escuela los niños, van asistiendo a los festivales (si no has ido, ve.) y ahí verás a tus hijos convertidos en unos verdaderos artistas quienes en el festival del día del padre, gritarán a los cuatro vientos “te quiero papá” y eso mis amigos, es una verdadera dicha. Aún recuerdo uno de los festivales en Cuernavaca, donde mi hijo cantaba la canción que todos conocemos, de “hoy tengo que decirte papá” y veía yo como el buscaba el contacto visual conmigo y al saberse visto, sencillamente canto con todas sus fuerzas y me extendía sus brazos indicándome que esa canción era para mí. Fue muy emotivo y hermoso.
Si tienes la dicha de ser padre de una hija, sabrás que ellas son hermosas criaturas que siempre te levantarán el ánimo y verán en ti a un padre hermoso (háganme el favor, peo bueno así somos a los ojos de nuestras hijas). Ellas siempre tendrán un cariñito, un abrazo, una frase linda, un detalle tierno y muchas, muchas cosas que decirte, sobre todo… cuando quieren algo de ti… jajajaja. No la verdad es que el amor de un hijo es un amor desinteresado y totalmente sincero. Y es que piensa, es el fruto de tu sangre, ellos son el resultado del amor entre dos desconocidos que tuvieron o tienen su historia por separado y que un día decidieron unirse, pero que al momento de concebir un hijo, este se convierte en el mayor lazo familiar que existe. Y es justo ahí, cuando comprendes y hace sentido la frase de “por mi hijo, yo daría mi vida”
Como pueden ver, me remití mucho a los hijos, y es que mis amigos, no nos podríamos llamar padres si no tenemos el coraje y la responsabilidad de reconocer, amar, educar, dar ejemplo y llevar a buen puerto a nuestros hijos. Así que si tú, tuviste lo anterior como lo tuvo mi Padre y como hoy lo tengo yo. Feliz día del padre.