Hoy es mi último año como cuarentón, hoy cumplo 49 años, desde que vi la luz de la vida en aquel lejano 1° de Julio del ’71

Muchas cosas han pasado desde entonces, y pienso que Dios ha sido muy benévolo conmigo.

Me siento contento por haber visto llegar los 49’s y disfrutar de la vida que Dios me ha dado, ya que dadas las condiciones que nos toca vivir, hoy sabemos de lo frágil que siempre ha sido la vida.

En estos años, nuevas caras llegaron, algunos amigos ya partieron y nos toca ver el balance de la vida entre quienes se van y quienes llegan.

Un año atípico sin duda, que nos ha puesto a prueba la paciencia, la tolerancia, la capacidad de adaptación al cambio.

Este confinamiento, me ha gustado. Haciendo a un lado el tema económico, del cual soy afortunado por trabajar en una empresa con giro esencial, debo confesar que el estar en mi casa, me ha gustado.

En el llamado home office, he sido más productivo, ya que en casa no tengo tantos distractores, más allá del pararme a hacer un café y llenar mi cilindro con agua, me puedo enfocar más.
Es muy cómodo iniciar labores, saliendo de la ducha para pasar al escritorio, sin necesidad de conducir por espacio de 35 minutos como mínimo. Así, de igual forma, el terminar de trabajar y estar ya en tu casa, es una bendición.

Mi casa ha sido beneficiada también, ya que no es lo mismo iniciar labores de limpieza y mantenimiento, estando ya ahí, que tener que salir del trabajo, tomar tu auto y conducir hasta tu casa por espacio de una hora.

En definitiva te rinde más el tiempo y el dinero, ya que también no gastas en salir, es menos combustible a la semana, etc, etc, etc.

Justo hace unos días, en una charla con una amiga y psicóloga quien nos compartió su tiempo y conocimientos en una charla vía Zoom, en relación a lo que estamos viviendo emocionalmente con esto del COVID. Le decía yo, que me sentía en paz y tranquilo, y sin la más mínima necesidad de salir.

Esto por momentos me inquieta, ya que podría ser algo raro que me esté acostumbrando a estar en casa sin salir. Pero así es, hay días en que regreso el lunes de la oficina, y paso martes, miércoles y jueves, a veces sin salir de casa, hasta el viernes que regreso al trabajo en oficina nuevamente.

Los martes, miércoles y jueves, que estoy en home office, ha habido veces que no salgo, y no lo extraño.

He aprendido que tengo lo que necesito y no necesito más. Estoy en contacto con quienes quiero y puedo hablar con ellos o verlos incluso, no es lo mismo, pero también es posible cuando lo hacemos de manera virtual.

Sin embargo, espero con ansias el poder tener la oportunidad de poder ir al mar, quizá no a quedarme, pero solo ha comer, sentarme en una silla cerca de la orilla, sentir el agua como llega a mi pies poder y ver el atardecer.

Hoy, como desde hace muchos años, no habrá fiesta, esa la reservaremos para los 50’s, solo será una comida con mis hijos. Que al final, todo se resumirá a eso. Un pequeño círculo donde ellos y su descendencia estaremos juntos conforme pase el tiempo.

Así, veremos quienes se acuerdan de esta fecha, y cuantas llamadas tendré el día de hoy. Aunque si no me llaman tampoco me sentiré.

Bienvenido sea un año más de vida y la recta final a unos cuarentas, que han tenido de todo literalmente.

Feliz cumpleaños a mi ✌️😜

By Carlos

One thought on “Estoy por dejar ya los 40’s”

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