Ayer fue un día que pasará a la historia como el día en que los mexicanos hicimos brillar unas elecciones que históricamente habían sido siempre opacas, grises y sin mucho interés.

En este año, “las intermedias” tomaron particular relevancia por lo que podría haber representado, “quitar o mantener” la mayoría relativa en el congreso al partido en el poder.

Es indudable que mucho de ello, lo debemos agradecer al actual presidente, quien, con sus ideas, actos y declaraciones, motivó al pueblo a volcarse a las urnas y manifestar su voto.

Hoy, todos los actores políticos se alzan victoriosos, los del partido en el poder, por estar en él y haber mantenido la mayoría en el congreso, aunque no lograran el “super poder” tan ansiado; los de la oposición, festejan el haber tumbado parte del principal bastión político del partido en el poder, el gobierno de la CDMX y por haber limitado aún más esa mayoría en la cámara baja.

Lo cierto es que, para el pueblo de México, fue una muestra más de que un instituto autónomo como el INE fue, una vez más, instrumento de transparencia y buen proceder en la contienda electoral. Miles de ciudadanos volvimos a ver a nuestros propios vecinos, formar parte de los funcionarios de casilla, quienes como en cada elección desde que esto cambió a ser parte de la ciudadanía, organizaron, sirvieron, contaron, y dieron fe de la voluntad ciudadana.

Ese organismo que ayer era increpado por nuestro presidente, gritando cada mañana de lo corrupto que era y de como era necesario desaparecerlo, es quien hoy organizó una elección con muy pocas irregularidades. Ese mismo organismo que hace años, le diera a él y a su equipo la presidencia de este gran país. Ese mismo organismo que negó a su acérrimo rival político, y principal causa según el, de los males que nos aquejan, el registro a su partido, ese organismo es a quien debemos defender como mexicanos para que siga organizando las elecciones y no volvamos a aquellos oscuros tiempos, donde el gobierno organizaba las elecciones y pues ya sabíamos cuál era el resultado.

Por primera vez me acompañe de dos de mis hijos, quienes por la edad ya podían votar. Y la más joven me decía:  “yo quiero ir, no sea que esta sea mi primera y ultima vez que pueda hacerlo”.

Una visión un tanto pesimista ciertamente, no obstante, es un comentario de una joven de 18 años, quien no está ajena a lo que sucede hoy en día en el acontecer político, y quien expresó de esa manera su motivación por ir a las urnas.

Desde este rincón de opinión, me gustaría que hoy, con la respuesta de la ciudadanía en las elecciones del día de ayer, los partidos políticos pudieran hacer un replanteamiento de sus propuestas. Esto se convierte sin duda, mas en un deseo que en algo que vaya a suceder, pero soñar no cuesta nada.

Por un lado, el partido en el gobierno y principalmente el presidente de México, nos complacería a todos quienes no seguimos su proyecto de nación, a que gobernara para todos, si, que gobernara y no siguiera estando en campaña todos los días, tirando culpas a sus adversarios y causando más división entre la sociedad. Que hablara con la verdad y que cuando denuncie desde su tribuna matutina, lo haga con pruebas y no solo con su voz, que, para muchos de sus seguidores, es ley, pero que para algunos otros que son o somos solo un poco más críticos, no. Le exijo que respete a las instituciones, que tanto costaron consolidar en este país, instituciones que usted se ha empecinado en desprestigiar y en destruir, instituciones como la que hoy, le sigue manteniendo en el poder, con la organización de votaciones ejemplares y fiscalizadas por ciudadanos. Respete Sr. Presidente a nuestras instituciones.

Para los partidos que hoy son oposición al partido en el poder, que formen un buen proyecto de nación, basado en las necesidades de crecimiento económico, de seguridad y bienestar social y de infraestructura que nos permita ya despuntar y dejar de ser un país tercermundista, como seguimos siendo. Les exijo mucho más seriedad y compromiso con sus ideologías de partido, y ser más cuidadoso en quien eligen como candidato. Les exijo transparencia y honestidad en todos los sentidos. La ciudadanía no estamos siendo cautivados por el discurso estéril, de “yo si sé”, “el destruye y hay que detenerlo”, “detengamos lo mal que vamos” Eso ya no es suficiente, ante una sociedad que cada día está más expuesta a toda la información y que eventualmente se preocupa por enterarse más.

Y para la sociedad, simplemente… sigamos en lo nuestro, hay que trabajar!!! por que la verdad, los políticos viven en un México muy distinto al nuestro, y si queremos seguir viviendo como lo hemos hecho hasta hoy o incluso un poco mejor, hay que chambear!!!

ccp
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