Me encanta escuchar la lógica sencilla de los niños, y para eso una de mis hijas se “pinta sola”, en días pasados mientras disfrutaba de un aromático café en el desayunador de mi casa, mi hija escuchaba una conversación cotidiana entre mi esposa y yo.
Le describía a mi esposa las actividades que realizaría en la media mañana de ese sábado, cuando ella de pronto replico cuando le mencioné que tendría que comprar un medicamento para la esposa de mi jefe. Yo le explicaba que dado que era un medicamento muy escaso, me había pedido que yo lo consiguiera.
Lo que ignoraba mi esposa es que yo poseía la información de donde y cuantas piezas podría haber en una cadena importante de farmacias en donde vivo, por lo que se me facilitaba a mí el poder conseguirla, además de que ese fin de semana él (mi jefe) no estaría en la ciudad. En ese momento, mi pequeña quien desayunaba al tiempo de escuchar la conversación, menciono sin dejar de llevarse su cereal a la boca, “Ay mamá, pues a lo mejor el jefe tiene otras cosas que hacer, además de que, pues él es el jefe no?”
En ese momento nos volteamos a ver mi esposa y yo y sonreímos, por el comentario.
Hoy me pregunto, en cuantas ocasiones conforme vamos avanzando en la vida, vamos llenando de prejuicios y paradigmas nuestras acciones y nuestras reacciones, y en cuantas ocasiones nos cuesta trabajo el poder hacer algo que se nos pide, ya sea en lo laboral o en lo personal. En ocasiones, llegan las preguntas a nuestra cabeza, ¿Por qué yo?, ¿Por qué a mí?, etc.
En esta vida todos somos en alguna ocasión los que acatemos alguna orden o encomienda, y habrá veces en que seamos nosotros los que solicitemos algo a alguien, y esto me recuerda un viejo dicho lleno de verdad, que yo muchas ocasiones aplico en el trabajo “en la forma de pedir, está el dar” y pensándolo de nuevo, no solo debería aplicar en el trabajo, sino también en nuestra casa, ya que es con los nuestros donde más gentileza deberíamos tener.
Liberémonos de nuestras cadenas de prejuicios y paradigmas y de vez en cuando, practiquemos la lógica infantil, que es muy divertida y sencilla, observen a sus hijos o sobrinos, y aprendan de ellos. Vale la pena.