No había libros, no había escuelas, no había clubes, no había muchas cosas que a cualquiera de quienes iniciamos esta aventura de la paternidad nos pudo haber ayudado o enseñado la difícil tarea de ser padres y así las hubiera habido hace 18 años, no las conocí.

Definitivamente sigues el ejemplo de tus padres, sigues lo que de acuerdo a tu educación y de acuerdo a tu poca experiencia crees que es lo correcto. Y ahí le vas entrando poco a poco a la bella tarea de ser padres.

Apenas hoy se cumplieron 18 años de la llegada de mi primer hijo, quien después del estrés de ver su llegada y haber contado todos sus deditos y ver que todo salía, según tú, bien. Lo podías ver ya en vivo y a todo color. Aún recuerdo esa bella escena donde el recién nacido lloraba y al acercarlo el pediatra a mi esposa, quien estaba recostada en la cama de quirófano, solo podía besar su pequeño rostro. Pero con eso bastaba para que mi pequeño hijo dejara de llorar.

Otra de las etapas que más disfruté mucho en mis tres hijos, fue cuando ya se empezaban a mover en su camita, y se volteaban, levantando su pequeña cabecita, parecían tortuguitas, me divertía mucho verlos así.

Luego empezó el asunto de la caminada, sin duda el más demandante físicamente para los padres, porque había que andar a tras de ellos siempre para aminorar el golpe, porque invariablemente se te caían en algún momento. Pero era un momento muy bonito también ya que son como pequeños muñequitos dando pasitos con cuidado para no caer. Recuerdo que mi hijo se soltó a caminar en la primera noche que pasamos en el hotel Villa del Conquistador en Cuernavaca cuando recién llegábamos a buscar casa por allá, se soltó de la cama y empezó a caminar hacia la puerta de la amplia habitación.

Muy satisfactorias fueron aquellas mañanas de sábados en los que lo llevaba a la escuela de futbol del real Madrid (ninguna filial del gran equipo, solo así se llamaba) y más aún verlo como poco a poco fue destacando en la portería. Hubo una ocasión en la que estrenaron entrenador y había nuevos jugadores, y por ende, nuevos padres observando le partido, esa vez y por ahí lo debo tener grabado, había una jugada en el área donde mi hijo cubría la portería, de entre todo el “chiquillero” salió un tiro al ángulo izquierdo el cual arrancó suspiros de los papás y la exclamación del entrenador quien dijo “ya fue gol”… la verdad yo también pensé que caería el gol, pero de entre las cabecitas de los niños, salieron los brazos estirados de mi porterazo quien logró sacar el balón de lo que sin duda para muchos era un gol seguro. Los gritos de los papás no se hicieron esperar y el entrenador, exclamó: tenemos buen portero. Yo como pavorreal, solo dije, es mi hijo.

Y así poco a poco fue creciendo y lo vi ganar junto con su entrañable amigo ponchito y todo el equipo del Real Madrid, muchos trofeos, algunos de primer lugar otros de segundo y claro hasta un tercero por ahí.

Tras 9 años, fuera de su natal Guadalajara, volvimos otra vez y aquí empezó otra historia de experiencias, algunas escolares, donde siempre ha sido ejemplo de conducta y aplicación en las diferentes asignaturas que ha tenido, así como también en el ámbito musical.

No cabe duda que cuando se quiere se puede, ya que en una navidad, tras recibir aquel famoso juego de Guitar Hero, le entró el gusto por la música y por la guitarra, así que en la siguiente oportunidad, nos pidió una guitarra eléctrica, la cual ha sido su compañera desde entonces, arrancando el grito de júbilo de quienes lo han escuchado tocar en las noches de talentos en la escuela. Luego llego el piano, el cual me ha dado muchas satisfacciones, sin saberlo el. Ya que mientras ensaya yo simplemente me deleito con la melodía del que para mí siempre ha sido mi instrumento favorito. Su gusto por la música, nos ha hecho conocer gente interesante que difícilmente hubiera sido posible conocer.

Con el paso de los años, aquello de irlo a ver jugar futbol ha cambiado un poco, ahora él es refuerzo del equipo de un grupo de anquilosados pero entusiastas chavorucos quienes pretendemos jugar futbol 7 de vez en cuando.

Y como todo en la vida, van cambiando las fiestas, van cambiando, los juguetes, van cambiando las películas, van cambiando las horas de salir, y muchas otras cosas. Lo importante es haber estado disfrutando a su lado del hermoso proceso de la crianza, quizá no todo el tiempo que uno quisiera ya que pues, alguien tiene que trabajar. Sin embargo creo haber disfrutado mucho del proceso de crecimiento de quien hoy, dejó de ser un niño para convertirse en joven mayo de edad.

18 años cumple hoy mi primogénito y gracias a Dios, es un joven sano, fuerte y que va por buen camino para ser un buen mexicano y hombre de bien.

Y yo pues, un orgulloso padre quien se siente más que agradecido por lo que hasta hoy la vida le ha regalado.

Feliz Cumpleaños mi Gus.

By Carlos

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