Las redes sociales y la familia, así se tituló la charla que días pasados tuvieron a bien impartirnos tres galardonados conferencistas en el colegio de mis hijos.

Fue curioso cuando vi en el panel de los conferencistas a tres personajes de edad un poco más que madura, el estar listos para hablar de las redes sociales y la familia. Por un momento pensé en sentido algo irónico (que casi ni se me da) “sabrán prender una computadora estas personas”.

Sin embargo cuando ellos empezaron a hablarnos del impacto de estas redes en la familia, me di cuenta que el mensaje que ellos traían era mucho más profundo y que lo que mi pensamiento superficial había preparado en ese momento.

Yo me imaginaba que nos hablarían de: No poner información confidencial, o de cuidarnos de lo malo que es aceptar a alguien a quien no conoces en Facebook y algunas otras pendejadas que seguramente ya todo mundo sabe.

Pues noooo, mi amigo no, la conferencia más bien versó en lo mucho que debemos de comunicarnos con nuestros hijos, con nuestra pareja, con nuestros padres, de la carencia de contacto físico que hoy tienen gran cantidad de personas quienes se refugian de forma hasta patológica en estas redes sociales buscando afecto. De lo peligroso que es el vacio que sienten algunos jóvenes quienes según eso, ante el aparente anonimato y lejanía de sus seguidores, pueden confiar hasta sus más íntimos pensamientos, temores y deseos y de cómo esto puede convertirse en una arma de chantaje para aquellos mal intencionados que quizá estén tras una “foto bonita” en un perfil de estas redes.

Nos hablaron de cómo es irónico el estar en una época de la comunicación y ver que papá está con el teléfono atendiendo sus múltiples redes sociales, mientras que mamá hace lo propio con su Laptop, si no es que está viendo la TV. Así es, dos personas juntas pero totalmente desvinculadas. Te suena familiar… ups!!!

Y que de aquellas personas que aprovechan las redes sociales para “destaparse” y cambiar del sumiso y cohibido ser, por el más alivianado de los tus contactos. Y que pasa con aquellas personas que ya prefieren el mundo virtual al real?, en ese momento recordé la película de Bruce Willis “Identidad sustituta” o algo así, donde las personas preferían ser unos “avatar” en lugar ser ellos mismos. Alguno de ustedes se ha “clavado” en el juego de los SIMS, yo tuve un amigo que sí!!!

En fin aquí el punto es que las redes sociales como hoy las conocemos no son en realidad un peligro, estas siempre han estado ahí, solo que de distinta forma. Yo en una ocasión pertenecí a una de ellas, “El club de la Banda Civil” o CB, donde trasmitía mediante un radio de 11 metros (así se llama la frecuencia, no es la medida del radio, jajaja) y tenía “amigos” con “motes” en lugar de “avatares” con quienes hablaba y comentaba cosas sin saber quien más estaría escuchando, y también podías mandar mensajes directos para que otros no los escucharan, solo que aquí te ibas a “frecuencias más altas” y también había identidades sustitutas, solo que acá eran modificadores de voz.

La reflexión en esta plática me quedo mucho más clara con una pregunta que llegó al final: “Es cierto que hay gente que se ha suicidado por las redes sociales?” La respuesta fue simple: “Las redes sociales no matan ni obligan a las personas a suicidarse, son la carencia de afecto, la falta de autoestima, la falta de atención, la desinformación, la falta de amor, las que hacen vulnerables a las personas, las redes sociales o cualquier otra cosa, solo les dan el último empujón”

Bueno, y tu como andas?…

Ah y por cierto, los tres maduros ponentes bajaron con su iPad en mano, es decir, si sabían cómo usar una máquina.

By Carlos

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